(Nombre
artístico de Eunice Kathleen Waymon; Tryon, Carolina del Norte, 1933 -
Carry-le-Rouet, Francia, 2003) Cantante y pianista estadounidense, considerada
una de las grandes voces del siglo XX. Nina era la sexta de una familia de ocho
hermanos, descendiente principalmente de esclavos africanos, aunque entre sus
ancestros también hubo sangre irlandesa e india.
Su
padre, John Divine Waymon, se dedicó durante un tiempo al mundo del
espectáculo: cantaba, bailaba y tocaba la harmónica, aunque cuando su familia
empezó a ser numerosa, trabajó en una tintorería y como barbero para salir
adelante. La madre, Mary Kate, tocó el piano para él en alguna ocasión, aunque
luego se hizo ministra de la Iglesia metodista y rechazó todo lo que no fueran
espirituales religiosos.
Simone
creció, pues, rodeada de música. En su hogar, todos los hermanos cantaban y
tocaban algún instrumento, sin tomar clases ni tener siquiera conciencia de
haber aprendido. Cuenta en su autobiografía que su primer recuerdo de la
infancia es su madre cantando gospel, y que empezó a tocar el órgano que había
en la casa tan pronto como creció lo suficiente como para sentarse en el banco
y llegar al teclado. Nadie se dio cuenta hasta que un día su madre la vio
tocando una de sus canciones favoritas: aún no había cumplido tres años.
En
1939 tomó sus primeras clases formales de piano, y a los diez años dio su
primer recital, en la librería local. Fue también su primera toma de contacto
con el racismo: durante el mismo, sus padres fueron desalojados de la primera
fila para acomodar a blancos. Esa experiencia del Sur segregado fue traumática
para la pequeña Eunice. Más tarde declaró que fue el punto de partida de su
compromiso en la lucha por los derechos civiles.
Con
ayuda financiera de aficionados locales, en 1950 continuó sus estudios de piano
clásico en Nueva York. Posteriormente, su familia se mudó a Filadelfia, donde
fue rechazada en una escuela de música. En 1954 apareció una oportunidad de
trabajo en un bar de Atlantic City (localidad de Nueva Jersey que es algo así
como el Las Vegas de la costa Este). El problema era que el dueño quería que
cantara, mientras que Eunice tan sólo se presentaba como pianista. Ella
improvisó una versión de I loves you Porgy, de George Gershwin, con su
característico timbre grave, y obtuvo el puesto.
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